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16/6/15

I Need You 2, final. - TakaHika.

Título: I Need You, II 
Pareja: TakaHika
Autora: Natsumi.
Extención: Twoshot
Nota 1: Me he decidido a terminar todos esos fics que en su día dejé a medias. Creo que mi nivel ha mejorado... Por eso notaran bastante diferencia entre las primeras partes que escribí hace unos tres años y ahora. Solo espero que lo disfruten. 
Muaaaah~ <3

Primera parte: aquí.


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I Need You, II


Ante la atónita mirada de Hikaru, Yuya le fue desabrochando lentamente la camisa. A cada botón quitado, se relamía los labios pensando en el sabor de esa piel color miel, tan suave al tacto como el vestido pulcro de un ángel.
Ambos estaban muy nerviosos, pero la soledad junto con la excitación que se había apoderado de sus cuerpos permitía que apartasen la vergüenza de lado.
Takaki no sabía lo que le pasaba, nunca habría actuado de esa manera. Él era un chico virgen, sin ningún tipo de experiencia anterior a esa. Se estaba reservando para su "media naranja".
Siempre imaginó su primera vez como un acto que estaría colmado de romanticismo,
dónde habrían pétalos de rosas por doquier y velas aromáticas olor a vainilla.
Pero míralo ahora. Lo más sorprendente era que era él quien estaba tomando la iniciativa.
Acariciaba su pecho con una delicadeza exquisita. Sus suaves dedos danzaban por toda la extensión de su piel sin dejar ningún espacio desatendido. Luego llegó el turno de su boca y después de su lengua.
Le saboreaba cual helado interminable sin sentirse saciado.
Ambos estaban sumergidos en su propia cúpula de placer. Podrían jurar que en ese momento salía vapor de sus cuerpos envolviéndolos en una atmósfera cálida y caprichosa que cada vez pedía más y más.
Cuando Yuya sintió por primera vez las manos de Hikaru sobre su vientre creyó desfallecer.
Esa manera de tocarle... Se sentía demasiado bien como para ser real.
Cuando pensaba que era imposible sentir más placer que ese, el chico color miel decidió usar también su boca. Y bajó, bajó más de lo que debía.
Llegados a ese punto el control quedaba realmente alejado por parte de Yuya.
Sentía como la lengua del chico envolvía su miembro, de una manera exquisita, formidable...
Podía notar como ahuecaba sus mejillas para reforzar la fricción existente, como movía su lengua en círculos de una manera torpe pero efectiva.
Agradecía todo lo que estaba recibiendo. Sabía que como él, Hikaru nunca había probado el sexo.
Se le notaba en el temblor de sus manos, las mantenía sujetas con fuerza en las caderas de Yuya.
No solamente era placer, todo aquello iba más lejos. Era algo mucho más profundo.
Dos personas que apenas se conocen estaban haciendo el amor, porque sí, ellos hacían el amor.
Yaotome no lo había dicho aún , pero desde que se subió al autobús y le vio por primera vez, sintió morir y revivir repetidas veces. Su corazón pasó por cientos de ritmos cardíacos distintos antes de, por fin, decidir sentarse a su lado.
Y allí estaban ellos, desnudos no solo en cuerpo, sino en alma también. Lo entregaron todo esa noche, a pesar de lo incómodo que resultaba acostarse sobre rofe ninguno de los dos tuvo tiempo para pensar en aquello cuando sintieron lo que era la conexión plena.
La primera penetración fue dolorosa para los dos, pero en ese dolor encontraban un placer incomparable. Era una mezcla de lujuria y pasión, colmada de amor y cariño. La sensación más sublime que jamás habían experimentado.
El contacto de sus ojos jamás se separó. Respiraban sobre la boca del otro, compartiendo el mismo aire, sin importarles que allí afuera, se encontraba una patrulla entera buscándoles, ¿A quién le importaba eso ahora?
El ritmo de las embestidas aumentaba frenéticamente y los gemidos no tardaron en producirse. Eran como una suave melodía, un canto privado entre ellos dos, que demostraba por medio de sonidos lo esplendido que se sentía.
Cada uno se aferraba al cuerpo del otro con fuerza, como si temieran que en cualquier momento alguien viniese a alejarlos para siempre. Se susurraban palabras al oído con el poco aliento que les quedaba para hablar. Las gotas de sudor de Hikaru caían sobre el cuerpo de Yuya, impregnándole de su olor, del que nunca querría desprenderse.
Se besaron incontables veces, degustando el sabor de sus lenguas unidas. No recordaban haber probado elixir mejor que ese.
La oscuridad envolvía el espacio, no se veía nada aparentemente, pero ellos, con la luz del amor, pudieron ver cada expresión ajena, cada mueca de placer...
Cuando, por fin, saborearon el clímax, ambos derramaron lágrimas.Tocaron el cielo juntos, danzaron entre las estrellas cogidos de la mano, para después volver a ese lugar, la cueva que había sido testigo de su amor.
Se mantuvieron abrazados por incontables segundos, puede que incluso pasasen horas. Pero ahí estaban ellos, aún confusos por esa oleada de sentimientos nuevos que sin piedad les habían atacado.
Se miraron de nuevo, rieron y se acariciaron, mimándose con cariño. Diciéndose mediante gestos un "gracias" profundo, de esos que salen desde el mismo corazón.
-Hikaru...
-Shh, no hace falta que digas nada.
-No me interrumpas cuando quiero decirte que te amo, bakka.
Sonrieron de nuevo y suspiraron, ¿Es este el significado de "felicidad"?
De repente unos ruidos provenientes de afuera les despertaron del trance que compartían.
Se trataba de unos ladridos y unas voces que los llamaban a gritos, entonces recordaron que supuestamente estaban perdidos y entre risas se  vistieron con una rapidez de lince.
Corrieron a pesar del dolor hacia las luces de las linternas y entonces se inventaron una historia bastante creíble para evitar el castigo al que podrían ser sometidos.
Para su suerte, les salió bien el engaño y quedaron como héroes, perdidos por toda una noche en un peligroso parque rodeado de volcanes.
Lo que nadie supo nunca fue el pacto que allí se firmó. Fue un pacto eterno que ninguno de ellos quebrantó, ¿Para qué hacerlo? Se amaban locamente. Como dijo Takaki una vez, ese mismo día antes de conocer a quien sería la persona más importante de su vida, nunca dejaría escapar al amor de su vida, y ese... Ese era Yaotome Hikaru, ahora y por siempre.


FIN.


By: Natsumi





1 comentario:

Sakura De Ryosuke dijo...

Kya!!! Omo se entegaron esos dos loquillos!!! Kya kyaaaa qur hermoso aunque no soy an de esta pareja pero me gusto muchoooo {<3 y si me gusta como escribes!!! Si antes escribias hermoso ahora como los angelws, me gusta mucho como lo fuiste detallando y desarroyando!! Que lindoooo <3 m e gusto muchooooo: 3

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